El término ciberespacio, que fue introducido en 1984 por el novelista William Gibson en su obra Neuromante, ha ido adquiriendo a lo largo de los años diferentes significados, dependiendo del matiz o contexto en el que era utilizado. Durante el siglo XX, normalmente sus usos han ido asociados a “espacios virtuales”, sin una delimitación clara y frecuentemente vinculados a la ciencia ficción.
Continuando con su definición, la RAE, concreta el ciberespacio como: “Ámbito artificial creado por medios informáticos”. La Administración General del Estado, lo detalla en la Estrategia Española de Seguridad de la siguiente manera: “Es el espacio virtual donde se agrupan y relacionan usuarios, líneas de comunicación, páginas web, foros, servicios de Internet y otras redes. Creado por el ser humano, es un entorno singular para la seguridad, sin fronteras geográficas, anónimo, asimétrico, que puede ser utilizado de forma casi clandestina y sin necesidad de desplazamientos. Es mucho más que la Red, pues incluye también dispositivos como los teléfonos móviles, la televisión terrestre y las comunicaciones por satélite.” Por último lugar, en la Estrategia de Ciberseguridad Nacional, el ciberespacio queda explicado como “dominio global y dinámico compuesto por las infraestructuras de tecnología de la información – incluida Internet–, las redes y los sistemas de información y de telecomunicaciones”.
Actualmente, una buena parte de nuestra vida se lleva a cabo dentro de este espacio cibernético, que no dispone de fronteras y donde las barreras espacio-temporales de las comunicaciones han quedado eliminadas. Como contrapartida, la inexistencia de barreras conlleva la aparición de nuevos riesgos y amenazas, que denominamos acertádamente ciberamenazas.
Los ataques que provienen de estas amenazas, denominados ciberataques, no van enfocados a un frente concreto, sino que apuntan a usuarios particulares, empresas, infraestructuras críticas y administraciones estatales. Además, su origen puede tener cualquier ubicación dado el carácter universal del campo de batalla.
– Los ciberataques se incrementan notablemente cada año, ¿por qué?
Podemos responder rápidamente a esta pregunta observando la siguiente imagen, en la que indico las características que suelen compartir la mayoría de los ciberataques:
La única forma de atenuar los daños de los ciberataques, es promoviendo y reforzando la seguridad en el ciberespacio, siendo la ciberseguridad responsable de esta ardua tarea.